EL LOTE DE UNIVALLE BUGA NO SE VENDE, SE DEFIENDE


¡QUÉ LA NEGLIGENCIA INSTITUCIONAL Y LA VORACIDAD INMOBILIARIA NO ACABE CON NUESTROS SUEÑOS!

Feria del patrimonio público, suerte del negocio inmobiliario

Recientemente nos enteramos de manera extraoficial que el Rector Iván Enrique Ramos Calderón firmo un acuerdo de venta del terreno destinado desde 1997 para la construcción del Campus de la Sede Buga, negocio que debe ser refrendado por el Consejo Superior Universitario, CSU. Esta determinación, hecha a espaldas de la comunidad universitaria es el broche de oro del incumplimiento del Rector hacia la comunidad de la Sede Buga sobre la construcción del Campus Universitario de la misma.  Así se inicia un nuevo capítulo en la Universidad del Valle.

ANTECEDENTES

En 1995 el Concejo Municipal de Guadalajara de Buga, mediante el Acuerdo No 037 de 1995, autorizó la construcción de un “POLO DE DESARROLLO EDUCATIVO, DEPORTIVO, CULTURAL Y SOCIAL EN EL NORTE DEL MUNICIPIO”. Autorizando además vender a la Universidad del Valle un terreno de 44.330 mts2 para la construcción del CAMPUS DE LA SEDE BUGA.

El 12 de septiembre de 1997 mediante Escritura Pública 1.157 [3] se cerró el negocio entre el Municipio de Guadalajara de Buga, cuyo representante legal era la señora Gloria Estela Sánchez Sepúlveda, y la Universidad del Valle en cabeza del Rector Jaime Enrique Galarza Sanclemente.

La Universidad adquirió el terreno por un valor de $306.009.000, pagaderos en 20 anualidades de $ 15.300.499, desde septiembre de 1997 hasta septiembre de 2017. El contrato estipula: “Durante el plazo no se causarán intereses”.

Unos meses más tarde de la firma de la Escritura Pública estallaría en la Universidad la crisis más difícil que ha padecido el Alma Mater. Así, el proyecto de la CONSTRUCCIÓN DEL CAMPUS, se quedó en un anaquel a la espera de mejores condiciones financieras y nuevas perspectivas de crecimiento de la Universidad del Valle.

EL PRIMER CAPÍTULO DE DEFENSA DEL PREDIO

Transcurría el año 2006 cuando los estudiantes se enteran que el Alcalde John Harold Suárez Vargas –el mismo de este momento- había radicado un proyecto de Acuerdo ante el Concejo Municipal para cambiar el USO DEL SUELO del predio, pasando de USO INSTITUCIONAL a URBANO, de tal forma que pudiese garantizar una transacción con la Universidad del Valle para desarrollar el noble propósito de la vivienda para los más pobres. Esta noticia cayó entre la comunidad estudiantil como una chispa en una pradera seca.

Los estudiantes se organizaron y emprendieron la movilización en defensa del patrimonio de la Universidad. Se destacaron las asambleas de estudiantes, el cese de actividades académicas y las marchas en la ciudad.

Tras días de debates entre la comunidad estudiantil, el Rector y la Alcaldía, la Universidad asumió el compromiso de pagar las cuotas atrasadas y presentar un Plan de Construcción a la comunidad universitaria, al Concejo Municipal y al Gobierno Local.

LA PRIMERA PIEDRA

El 25 de abril de 2007 con la presencia de estudiantes, profesores, directivas, dirigentes políticos y personalidades del municipio, se realizó la solemnidad de colocar la primera piedra del Campus de la Sede Buga, evento en donde se presentaron los aspectos arquitectónicos y de conservación ecológica del predio, así como las etapas y tiempos del proyecto. Ver las gráficas siguientes.


LA MANZANA DE LA DISCORDIA

Aparentemente no se sabe cómo ni cuándo se dio inicio al desarrollo de una invasión que en el momento (2006) ocupaba 3.600 mts2 aproximadamente. Aunque en la propuesta de construcción se separó esta franja de terreno, en la práctica el Rector argumento que era inadecuado construir el Campus sin resolver este litigio.

Los estudiantes expresaron en múltiples ocasiones que la presencia de una invasión no era justificación para no desarrollar las etapas de la construcción del Campus, que estas podrían ser realizadas paralelamente a las acciones legales que interpusiera la Universidad, en todo caso que lo más adecuado para la Universidad del Valle era la recuperación de la totalidad del terreno, situación en la cual el Gobierno Local podría contribuir reubicando a las personas de la invasión en alguno de los proyectos de desarrollo de vivienda del Municipio. Finalmente lo que está ocurriendo es que la Universidad es la que se tiene que reubicar en otro lugar.

¿Quién dice la verdad sobre la invasión?

La inquietud sobre cuándo se inició la invasión tiene dos respuestas por parte de los implicados en el negocio. El Municipio dice que fue después de la venta y la Universidad dice que antes de la compra del predio.

Quienes escribimos este artículo no tenemos como comprobar la veracidad de cada una de las respuestas, sin embargo, hay un elemento jurídico que ayuda a despejar la inquietud. Al respecto la Escritura Pública 1.157, reza:
  • OCTAVA: EL VENDEDOR declara que el inmueble que vende está libre de demandas civiles, embargos judiciales, de hipotecas, de contratos de anticresis, arrendamientos por escritura pública, pleito pendiente; que su derecho de dominio no está sujeto a condiciones resolutorias, no tiene limitaciones ni ha sido embargado, ni constituido en patrimonio de familia, ni movilizado y que, en todo caso, se obliga al saneamiento de la venta conforme a la Ley”.

Más adelante en la minuta, en la parte donde se expresa el comprador, dice:
  • SEGUNDO: Que he recibido real y materialmente y a su entera satisfacción el inmueble objeto de la presente escritura pública.  TERCERO: Que acepta para la Universidad del Valle la venta que por la presente Escritura Pública se le hace y las declaraciones que han sido hechas por el vendedor, por estar de acuerdo con ello.

Si la invasión ya estaba cuando la Universidad adquirió el predio, debió informar de este hecho, sin embargo como reza la minuta de la Escritura Pública, la Universidad recibió el predio sin ningún tipo de problema.

Este hecho es una muestra del desinterés de la Dirección Universitaria y en especial de la Dirección de la Sede Buga por este proyecto. ¿Será qué no leyeron lo que firmaron o no recibieron materialmente el predio?

Hay que decirlo abiertamente: a la Dirección de la Sede no le agrada el desarrollo del Campus de la Sede Buga en la zona norte de la Ciudad, de ello da cuenta la negligencia y la desidia hacia el proyecto.

Es válido que las personas tengan reservas y prejuicios sobre diversos asuntos de la sociedad, pero las Instituciones  Estatales no pueden funcionar de acuerdo con las convicciones personales de los funcionarios públicos, teniendo por tanto que ser garantes de derechos y velar por la defensa del patrimonio público, situación que en el caso de la Universidad del Valle, ni el Rector Iván Ramos ni la Directora de la Sede Yolanda Domínguez están cumpliendo, así lo demuestra la determinación de vender el predio de la Universidad.

EL NEGOCIO

En días recientes cuando preguntamos por el presente y futuro del proyecto del Campus, la Dirección de la Sede presentó documentos que contienen el acuerdo de compraventa del terreno de la Universidad del Valle en favor del Municipio de Guadalajara de Buga.

Según estos documentos el terreno de la Universidad del Valle de 44.330 mts2 aproximadamente, fue valorado por $ 2.815 millones, suma que el Municipio de Buga se compromete a pagar de la siguiente forma:
  1. Entrega de un terreno de 8.291 mts2 aproximadamente por un valor de $ 1.487 millones.
  2. Pago en efectivo de $ 1.236 millones, que serán cancelado en dos cuotas: 2014 y 2015.
  3. Menos el descuento de $ 91 millones por concepto de las cuotas que aún debe la Universidad e impuesto de predial unificado.

Este negocio no solo encubre lo antidemocrático y negligente de la Rectoría del señor Iván Ramos y la desidia de la Directora Yolanda Domínguez, sino que lesiona los intereses de la Institución.
  • La Universidad renuncia a un predio que tiene 44.330 mts2 aproximadamente cuyo valor es de $ 2.815 millones y recibe uno que tiene una extensión cinco (5) veces menor (8.291 mts2), pero que cuesta la mitad del lote original.
  • La Rectoría incumple con los acuerdos pactados desde 2007 con la comunidad universitaria sobre la construcción del Campus de la Sede.
  • Esta determinación se toma a espalda de la comunidad universitaria. Los estamentos universitarios tenemos el derecho y el deber de decidir el rumbo de la Universidad, situación que elude de manera calculada la Rectoría.

Se le está cumpliendo el sueño a los negociantes del sector inmobiliario y por supuesto al señor John Harold Suárez Vargas Alcalde de Buga.

¿QUE DEBEMOS HACER COMO COMUNIDAD UNIVERSITARIA?
  1. Organizarnos y movilizarnos en defensa del patrimonio público.
  2. Exigir a la Dirección Universitaria la conservación del predio, la venta del mismo, es  una medida que atenta contra el patrimonio público, decisión que no se concertó con la comunidad universitaria, quienes tenemos el derecho y el deber a decidir sobre el rumbo de la Universidad.
  3. Exigir el cumplimiento del Plan de construcción del Campus de la Sede Buga.
  4. Exigir la renuncia de los responsables del detrimento del patrimonio público. Sin menoscabo de posibles medidas legales contempladas por la Ley para estos casos.

Rector, el lote de Univalle Buga no se vende, se defiende.

Organización Colombiana de Estudiantes –OCE
Capítulo Buga

Mayo 23 de 2013

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