LO QUE OCULTA LA CIUDADELA DEL ACADÉMICO

Insumos para el debate.

Pese al esfuerzo por promocionar las ciudadelas educativas como la solución a la crisis educativa en Buga, la realidad contradice el discurso del Gobierno. La inversión en más de $12.000 millones por parte del Gobierno Santos I para la modernización física del Colegio Académico, es una manera de impulsar las Alianzas Público-Privadas- APP´s como un instrumento legal para la vinculación del capital privado en la provisión de bienes público y sus servicios relacionados (Ley 1508 de 2012). Lo que ahora se conoce como ciudadela del Académico es el fruto de una Alianza Público-Privada de iniciativa privada, en donde la Fundación Colegio Académico donó el terreno y el diseño, mientras que el Gobierno aportó los recursos financieros. El papel de la ex-ministra de Educación María Fernanda Campo resultó determinante para concretar la Alianza Estado-sector privado.

Las ciudadelas no resuelven los problemas de la educación en Buga, los empeoran, es cuestión de tiempo. Primero porque solo se invierte para modernizar físicamente el Académico, pero no se garantiza el funcionamiento pleno. Las otras tres “ciudadelas” son monumentos a la mediocridad de la clase política que gobierna Buga. Segundo, porque en Buga, como en el resto del país, el Estado ha decidido no financiar plenamente la oferta educativa (funcionamiento e inversión), representada mínimamente en:
  1. Instalaciones físicas y tecnológicas, modernas y suficientes, (salones, bibliotecas, laboratorios, salas audiovisuales, escenarios deportivos y culturales, restaurante escolar, enfermería, etcétera).
  2. Un cuerpo de docentes, suficientes, de alta calidad en su formación académica y pedagógica, con garantías laborales, académicas y gremiales. Vale la pena aclarar que la cantidad de docentes está en función de la cantidad de estudiantes. Entre menor sea la relación profesor – estudiantes, mejor será el proceso enseñanza – aprendizaje.
  3. Contenidos curriculares que representen lo más avanzado de las disciplinas del saber. El papel del colegio es transmitir a la niñez y la juventud los conocimientos con los que la humanidad ha logrado transformar el mundo. El colegio no es una guardería, ni un centro de reclusión para evitar que los jóvenes consuman sustancias psicoactivas, como lo presenta el Gobierno. 

El Estado invirtió más de $15.000 millones en la ciudadela del Académico. Sin embargo, no están garantizados los recursos públicos para atender los nuevos costos de funcionamiento. Tampoco se destinaron recursos para ampliar la planta de profesores, de tal manera que se pueda atender con calidad el aumento de la cobertura y la jornada única. El Gobierno Nacional ha dejado en manos del municipio la responsabilidad de financiar los nuevos costos de funcionamiento del Académico y la inversión necesaria para que funcione a plenitud. No obstante, esto no sucederá porque los $32.000 millones de recursos propios del municipio respaldan compromisos de la clase política tradicional.  

Finalmente, la responsabilidad se traslada al Académico que acudirá a los recursos propios y a la reducción de los costos de funcionamiento. Hay evidencia contundente. Con la Ciudadela el Académico pasó de 1.800 a 2.200 estudiantes y además implemento jornada única. Sin embargo, mantiene los mismo 82 profesores, que deben trabajar dos horas extras diarias para mantener la jornada única, las actividades culturales, deportivas y lúdicas se atienden con personal vinculado por prestación de servicios. La alimentación escolar, un aspecto determinante para la jornada única, es motivo de rechazo y denuncias por parte de profesores, padres de familia y estudiantes por la mala calidad y cantidad de cada ración suministrada. ¿Puede suministrarse alimentación escolar de calidad, cantidad y de acuerdo a las preferencias culturales de los estudiantes, cuando un almuerzo cuesta 1.320 pesos su producción? Es posible que la pésima alimentación haya contribuido en que 400 estudiantes se hayan ido en solo cinco meses de operación de la ciudadela.

Lo novedoso de la ciudadela del Académico es que afina la política de privatización educativa, por eso es tan promocionada. El proyecto profundiza la política de eximir al Estado de financiar plenamente el sistema educativo y favorece al sector privado con recursos financieros y legales. Todo esto en detrimento del derecho de la niñez y la juventud a disfrutar de una educación pública, científica y nacional. No habrá promoción que logre ocultar esta realidad. Los hechos son los hechos.   

Superar la crisis económica y social, incluida la educativa, requiere derrotar políticamente a la clase gobernante tradicional, responsable de las políticas que conducen al país por la senda del atraso. Qué en octubre bugueños no alimenten con votos a los partidos tradicionales. Esa es la tarea. Buga tiene alternativa. 

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