¿Árboles por cemento? No, gracias.

Paradójicamente cuando Buga recibe la certificación en turismo sostenible, el Alcalde Latorre anuncia la intervención paisajística de la reserva del barrio La Merced. Por la información oficial divulgada se interpreta que esta intervención representa cambios profundos en las condiciones biofísicas de esta reserva. Las voces de protesta no se han hecho esperar.


Y no es para menos el rechazo a este proyecto. La reserva del barrio La Merced tiene 137 árboles, siendo uno de los más importantes espacios con bosque de los pocos que tiene Buga en el casco urbano. Está ubicada en una margen del río Guadalajara, por lo cual se convierte en una barrera natural para mitigar los efectos adversos de las crecientes del río. Desde luego que tiene problemas ecológicos, producto de prácticas humanas inadecuadas.
El proyecto del gobierno es un auténtico crimen ecológico. En el portal web de la Alcaldía de Buga se publicó un Render en el cual se observa como cerca de la mitad de reserva desaparece para darle lugar a unas plazoletas, senderos y puntos de acondicionamiento físico (Ver anuncio). La ingeniera residente de la obra dice que la Corporación Autónoma Regional del Valle, CVC, solo autorizó la tala de siete (7) de los 137 árboles de la reserva. Sin embargo, la imagen del proyecto dice todo lo contrario. Incluso si se mantienen la totalidad de los árboles, pero se crean senderos y amplían los andenes, la zona sufre una afectación negativa. 
El tema ha suscitado rechazo y controversia. Hay moradores del sector que justifican la intervención argumentando que es un lugar donde se resguardan personas que consumen alucinógenos, que el suelo está deteriorado y cuando llueve se convierte en un pantanero, y que abunda el excremento de perro. Es evidente que estos problemas son por acciones humanas. Luego la solución no es convertir una reserva natural en un parque donde domine el concreto. En Buga ya tenemos experiencias con otros parques que fueron intervenidos paisajísticamente y los problemas sociales continúan, solo que se producen en un escenario dominado por el concreto. Ejemplo de ello son los parques Fuenmayor, Bolívar y La Reina. 
La reserva de la Merced debe ser intervenida para potenciar sus características biofísicas. Es necesario hacer controles fitosanitarios a los árboles y sembrar otros en la línea del río. De vital importancia es recuperar el suelo de la reserva, lo cual incluye emplear biocontroladores para atender la presencia de la hormiga arriera. Todo lo anterior sumado a un programa de cultura ciudadana orientado al cuidado y buen uso de los ecosistemas que tenemos en el municipio. 
Los bugueños debemos defender esta reserva. El turismo sostenible demanda acciones coherentes frente a la preservación del medio ambiente. El gobierno municipal debe actuar en el sentido de preservar no de destruir. Están en juego las condiciones para la existencia de la vida humana.

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