Resistencia y dignidad obrera en Bavaria
Es centenaria la tradición de las multinacionales de aprovecharse del mercado interno, de la fuerza de trabajo nacional y de los privilegios tributario. Pero cuidado que los trabajadores reclamen condiciones laborales de calidad.
Son
las 4:45 am del jueves 28 de octubre de 2021 en Yumbo, Valle del Cauca. En menos
de 15 minutos una docena de obreros entusiastas instalan una carpa, una mesa,
dos cubículos y una urna transparente. Aparecen dos delegados del Ministerio
del Trabajo y comienzan con el protocolo de instalación para que, en el primer
cambio de turno, los obreros de Bavaria Cervecería del Valle comiencen a votar
la declaratoria de huelga.
Al fondo personal administrativo. Mujer a la derecha (camisa negra) representante legal. |
El
día anterior, 27 de octubre, se había agotado el tiempo de arreglo directo en
la negociación del pliego entre Bavaria y las cuatro organizaciones sindicales
presentes en esta compañía. Al final de la jornada Bavaria no aceptó reintegrar
a unos obreros injustamente despedidos, e instó a las organizaciones sindicales
a medir fuerza en el siguiente escenario para dirimir el conflicto. A las 5 pm
del 27, el movimiento sindical colombiano se enteró que en Bavaria (Cervecería
del Valle) el conflicto obrero-patronal se extendía al siguiente nivel:
tribunal o huelga.
Portería ocupada por personal administrativo. |
Son
las 5:30 am y aparece en el escenario un robusto equipo del personal
administrativo de la compañía. Se ubicaron entre la portería y la urna. Naturalmente
no estaban ahí para estimular la participación, ni para ser garantes del
proceso democrático. Por el contrario, con mirada inquisidora observaban a los
obreros que a esa empezaban a ingresar al turno. Para esta tarea de
intimidación la compañía dispuso al Director de la planta, a la Directora de
Recursos Humanos, a la apoderada de la representación legal de la compañía, al
jefe de seguridad física, a varios gerentes de áreas operativas y a una decena
de empleados de distintos niveles, respaldados con cámaras instaladas días antes.
La misión era clara: intimidar para que los trabajadores no se acercaran a
votar. Una flagrante muestra de constreñimiento, de violación al derecho de
asociación y negociación colectiva, entre otros derechos conexos a la
participación. Rápidamente los delegados sindicales y un garante de la CUT
Valle les pidió no interferir en el proceso, ante lo cual expresaron ser
también trabajadores de la compañía y que tenían derecho a participar. Ninguno
votó y ninguno se inscribió como garante. (Ver video de denuncia)
Personal en la portería. |
Tanto entre quienes ingresaban a laborar, como entre quienes salían de cumplir la jornada, la presencia de personal superior fue un factor desestimulante para no participar de la votación. Algunos salían o ingresaban rápidamente sin siquiera voltear a mirar la urna. Otros saludaban muy amables a sus superiores y se retiraban. Una minoría, los más comprometidos, si tomaron partido en este ejercicio. Una alta proporción de los obreros tienen contrato a término fijo, esta condición facilitó la intimidación de la compañía. Los delegados sindicales empezaron a considerar la suspensión del proceso.
Son las 9 am. La compañía llama a dos voceros sindicales para volver a conversar, por supuesto en medio de la votación. En la carpa los delegados sindicales siguen analizando cómo proceder ante la presión de la compañía. Un directivo de la CUT Valle empezó a realizar gestiones ante el Ministerio del Trabajo para instalar otro punto de votación. Mientras tanto, con la ayuda de un equipo de sonido, los delegados sindicales, un vocero del Comité de Solidaridad obrera y un directivo de la CUT, animaban la jornada con mensajes de alientos.
Obreros ingresan ante la mirada de sus jefes. |
Dirigentes sindicales y delegados de Mintrabajo. |
Para la historia quedará este proceso. Las organizaciones sindicales demostraron temple y una actitud digna. El inspector y la inspectora de trabajo, muy profesionales y diligentes. La actitud antidemocrática de la compañía (Ver video) ratifica una centenaria tradición de las multinacionales en Colombia: se enriquecen con el mercado interno, con el esfuerzo de la fuerza laboral y los privilegios tributarios, pero cuidado se les exigen relaciones laborales de calidad.
La
Cervecería del Valle es una planta de Bavaria S.A, que a su vez es parte del
conglomerado multinacional Ab InBev, la mayor cervecera del mundo con una cuota
del 25% del mercado global. Entre el año 2016 y el 2019, la Cervecería obtuvo
ingresos operaciones promedios de un billón de pesos; las ganancias superaron
los $474 mil millones, y; un patrimonio superior a los $798 mil millones. En el
2020, a pesar de la pandemia, obtuvo ingresos operacionales por valor de $983
mil millones y ganancias por $328 mil millones (Superintendencia, 2021). Resultados
que la ubican entre las 140 compañías más poderosas del país.
Esta
planta tiene dos ventajas competitivas: es zona
franca con estabilidad jurídica.
Es una de las 14 compañías en Colombia con esta doble garantía y, por lo tanto,
goza de notables privilegios tributarios. Los mismos que Duque se ha esforzado
por refinar en las cuatro reformas tributarias que ha presentado en menos de
tres años de mandato; los mismos privilegios tributarios que desencadenaron el
mayor estallido social, por lo menos en el presente siglo.
Que viva la justa lucha de los trabajadores de Bavaria.
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