¡Al gobierno pro-gringo de Petro: oposición y resistencia civil!

Informe ejecutivo de la ponencia que he presentado en el foro ideológico de la Central Unitaria de Trabajadores, subdirectiva Valle del Cauca [Descargar documento completo - PDF].

La situación del país cada vez es peor. Petro no solo incumple promesas de cambio hechas para atraer electores, que a la postre le dieron la victoria electoral. El “gobierno del cambio” mantiene y profundiza la política responsable del atraso crónico que corroe a la nación y, en especial, a la clase trabajadora.

La política cambiaria, monetaria, fiscal y comercial, sigue por la misma senda trazada en el gobierno de César Gaviria (1990 – 1994). En materia de política exterior sigue alineado con los gringos, cumpliendo fielmente eso de mirar hacia el norte (Respice Polum). Ha emitido dos condenas contra Rusia frente al conflicto en Ucrania, sin mencionar la responsabilidad de Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN. Normaliza la presencia de funcionarios –civiles y militares– gringos en territorio colombiano, comprometiendo la soberanía nacional con la entrega de Gorgona y la Amazonia. Mancilla la dignidad de la nación, al mejor estilo de la oligarquía lacaya.

Petro es muy efectivo para el proceso de recolonización imperialista. Está concretando medidas abiertamente anti-populares y anti-nacionales, como ninguno de sus predecesores. Medidas que gozan del aplauso y hasta del respaldo, exiguo, en las calles de las otrora beligerante Central Unitaria de los Trabajadores y de Fecode. Se pregonan y se exaltan como positivas las reformas orientadas por el Fondo Monetario Internacional, la OCDE y el gobierno Biden.

Con la reforma tributaria de Petro/Ocampo (2022) le apuntan a sustraer, en cuatro años, al menos $ 20 billones de pesos en impuestos a la canasta básica e incrementa el precio de la energía eléctrica. La eliminación del subsidio a los combustibles, manteniendo la nefasta fórmula impuesta por el FMI en 1998, es reaccionario. Con la negativa a establecer un proceso de renegociación o denuncia el TLC con los EE.UU., permite que avance el deterioro del tejido productivo, que aumente el desempleo y el rebusque como la última fórmula de sobrevivencia de millones de compatriotas. Más hambre para la gente.

Petro engaña a los trabajadores con la reforma laboral y pensional. Prometió un Estatuto del Trabajo y presenta remiendos al Código Sustantivo del Trabajo. Con la carnada de recuperar los recargos –nocturno 12 horas, dominical y festivo–, camuflan medidas regresivas para millones, como: el ataque a la estabilidad laboral reforzada (Art.7), la promoción de la jornada laboral flexible (Art. 17), la imposición de la unidad negocial contra la libertad sindical (Art. 58) y el ajuste salarial a la baja (Art. 70). 

Entre tanto, la pensional es un refinado del Banco Mundial, que aleja cada vez más el derecho de millones de trabajadores a un retiro con condiciones de seguridad económica y bienestar.

Pregonan que están tomando medidas de cambio, pero basta con leer el artículo 300 del proyecto del Plan Nacional de Desarrollo, mantiene vigentes la Ley 812 de 2003, PND Uribe I; Ley 1151 de 2007, PND Uribe II; Ley 1450 de2011, PND Santos I; Ley 1753 de 2015, PND Santos II, y; Ley 1955 de 2019 (94% del articulado), PND Duque. ¿Cuál cambio? Petro es peor de lo mismo.

La CUT debe retomar las banderas de las reivindicaciones democráticas de la nación y de la clase obrera. No contentarse con ser agitadora de consignas sin esencia. No debe seguir siendo instrumento del gobierno pro-gringo de Petro ni de ninguno otro. La CUT debe empezar a rechazar categóricamente las medidas que mantienen a Colombia en la pobreza crónica y exigir medidas diligentes y efectivas para cimentar la superación de la crisis.

Es la hora de la oposición y la resistencia civil contra el gobierno pro-gringo de Petro. Primero la nación y los derechos de la clase trabajadora. Bienvenidas las voces del movimiento social que se identifiquen con este propósito. Cuenten con mi liderazgo.