REVOCAR A JOHN HAROLD SUAREZ: UN DEBER CON EL PRESENTE Y FUTURO DE BUGA
Al
contrario de lo que dice el Alcalde de Buga, su agenda de Gobierno dejará un
legado de desempleo, desigualdad social, miseria, destrucción de la estructura
productiva y una profunda informalidad económica y laboral. La razón de tan
lamentable panorama, es que su propuesta de Gobierno aplica la misma fórmula
que hoy tiene al país en crisis: privilegiar el Libre Comercio como modelo de
desarrollo. Modelo que reemplaza la producción nacional por la extranjera, que
reduce las garantías laborales de los trabajadores, que privatiza la educación,
la salud, los servicios públicos y las pensiones. El Gobierno de John Harold
Suárez es un atentado contra los empresarios, los industriales, los
trabajadores, los campesinos, los estudiantes y la clase media. Este Gobierno
debe ser revocado por atentar contra el presente y futuro de los bugueños.
Con
la nueva vieja mentira de fortalecer la estructura productiva,
empresarial y comercial se aprovecha de los impuestos que pagan los
bugueños para desarrollar incentivos a los inversionistas foráneos, inversiones
que luego acaban con los pequeños y medianos comerciantes, empresarios y que
lesionan profundamente la producción campesina, fuente de la soberanía y la
seguridad alimentaria.
El
Alcalde y sus aliados en el Concejo Municipal venden la falsa idea de que con
las posibles ventajas de los Tratados de Libre Comercio, como el firmado con
los Estados Unidos, los productores agropecuarios, industriales y comerciantes
de Buga, van a tener grandes oportunidades para generar ingresos y empleos.
Esto es una mentira del tamaño de la cordillera de los Andes, que ofende la
inteligencia de los bugueños.
El
Libre Comercio que ahora se desarrolla con una herramienta más agresiva como
son los Tratados de Libre Comercio, reemplaza la producción nacional por las mercancías
extranjeras que ingresan al país sin impuesto alguno. Una vez en el mercado
interno, se ofrecen a menor precio que las mercancías nacionales, lo que
conduce a la larga al cierre de las empresas. Con el cierre de las empresas, se
acaba el empleo, sin empleo no hay ingresos, sin ingreso no hay capacidad de
consumo de las familias, así los grandes supermercados estén llenos de
artículos importados a muy bajo precio.
En
cifras de 2012, Buga cuenta con 3.694 empresas, que generaron 13.825 empleos
directos y ventas por valor de 1.7 billones de pesos. Sin embargo, el 94% son
microempresas, que son en esencia organizaciones con máximo 10 empleados y un
capital que no supera los 300 millones de pesos. ¿Puede competir una región en
la que su estructura productiva está compuesta de microempresas en más de 90%,
con una nación como los Estados Unidos? ¿Es posible que las microempresas de la
región invadan el mercado de los Estados Unidos o de la Unión Europea? La
respuesta a las dos preguntas es NO.
Con
una estructura productiva como esta, no hay posibilidades reales de competir, ni
siquiera, la estructura productiva nacional es competitiva contra la economía
gringa o Europea. Estamos hablando de economías industrializadas, con altos
niveles de subsidios a la producción y con enormes barreras sanitarias y
fitosanitarias que hace imposible que un campesino colombiano por ejemplo pueda
exportar.
Los
bugueños no pueden ser tratados como idiotas. No es posible recuperar la
estructura productiva aplicando las mismas fórmulas que lo han destruido. La
estructura productiva no se fortalece con seminarios de motivación personal, no
es persiguiendo a los vendedores ambulantes que se fortalece el comercio, no es
con microcrédito que se desarrollan negocios para competir con los Estados
Unidos. No es casándose con el Libre Comercio como este pueblo será cada vez
mejor para vivir.
Esas
ideas que el Alcalde quiere hacer pasar como un acto de su genialidad personal
lo único que harán será generar más miseria de la que ya tenemos en el
municipio, claro, con los efectos que ella genera. Eso sí, mientras que la
clase media y los trabajadores tendrán que pagar los privilegios de los
inversionistas foráneos, las garantías sociales como el derecho a una salud,
educación, pensiones y servicios básicos serán cada vez más recortados.
Porque los bugueños tenemos derecho a
una vida digna, revocar el mandato de John Harold Suárez es un deber.
César Koll.
Me parece que la situación que se comenta no solo la vive Guadalajara de Buga, esto se presenta a nivel nacional, me parece que para que la revocatoria funcione es necesario que se presenten al público las malas acciones que ha realizado el alcalde, o las cosas que perjudican directamente a los ciudadanos bugueños bien claras y explicadas para que la gente se entere de lo que está ocurriendo.
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