CARTA ABIERTA: A LOS CONCEJALES DE BUGA QUE APOYARON LA REELECCIÓN DE SANTOS

Santos fue premiado con la reelección a pesar del desastre económico y social profundizado por sus políticas. Desastre que en Buga se evidencia en la creciente ruina de los productores agropecuarios, en la destrucción del aparato industrial, en el atraso físico, tecnológico y en la deplorables circunstancias laborales del sistema educativo público, en la asfixia financiera a la que está sometida el Hospital Divino Niño por cuenta de las EPS, en el aumento vertiginoso del desempleo y la informalidad económica, en el aumento de la inseguridad y en el atropello de la reciente actualización catastral. En estas circunstancias, la reelección de Santos, más que el reconocimiento a su labor como Presidente, lo que demuestra es el enorme poder de las maquinarias de los partidos tradicionales.

Así lo demuestra el respaldo abierto de los 17 concejales de Buga al proceso de la reelección de Santos. Respaldo que en buena medida explica la procedencia de los más de 29.000 votos que obtuvo la reelección, una votación similar al número de familias atropelladas con la reciente actualización catastral, de la cual hasta el momento ninguna institución oficial del Municipio da razones que justifiquen el exorbitante incremento en el avalúo y menos sobre las implicaciones económica y sociales de tal atropello.

No de otra manera – atropello- se puede llamar a los resultados de la reciente actualización catastral, en la que el Instituto Geográfico Agustín Codazzi - IGAC, creó una “burbuja inmobiliaria”, respaldada en la política Santista de favorecer la especulación financiera con la tierra y la construcción. Aunque la reducción del 30% en la tarifa del impuesto predial, anestesió el golpe, no se puede negar que las implicaciones económicas y sociales para las familias de Buga, son descomunales. Mientras que el número de predios pasó de 36.298 a 37.088 (incremento del 2%), el avalúo global se incrementó en un 85%, pasó de 1.5 a 2.9 BILLONES de pesos. Resultados que atropellan a los estratos 0, 1, 2 y 3, que representan el 83% de los propietarios en la zona urbana y el 94% en la zona rural. Son más de 30.000 familias de la clase media y trabajadora en Buga, que al iniciar el 2014 descubrieron que sus propiedades habían duplicado, triplicado y hasta cuadruplicado su valor. 

Aunque la Ley 14 de 1983, reza: Artículo 10º.- El Gobierno Nacional de oficio o por solicitud fundamentada de los Concejos Municipales, debido a especiales condiciones económicas o sociales que afecten a determinados municipios o zonas de éstos, podrá aplazar la vigencia de los catastros elaborados por formación o actualización, por un período hasta de un (1) año. Si subsisten las condiciones que originaron el aplazamiento procederá a ordenar una nueva formación o actualización de estos catastros… [La cursiva es mía], las mayorías del Concejo privilegiaron las metas del Alcalde en materia de recaudo tributario, en detrimento de la tranquilidad financiera de las familias. Pesa mucho el hecho de tener pignorado el 43% del recaudo del Impuesto Predial Unificado para respaldar los $ 12.400 millones de deuda que le autorizaron al Alcalde.

En un municipio como Buga con insospechados niveles de desempleo e informalidad, los resultados de la actualización catastral son regresivos por decir reaccionarios. Señores concejales ¿Le exigirán a Santos que desmonte la burbuja inmobiliaria que creó el IGAC, como una condición para garantizar justicia tributaria?

Atentamente,

CÉSAR COLLAZOS RICO

Directivo Polo Democrático Alternativo, Valle.