Voto por convicción


El 17 voto por convicción, no por resignación. Con ninguno de los dos candidatos en disputa me identifico. Por eso voto a consciencia, voto en blanco. Esta decisión no es nueva, ni debe causar sorpresa. Mis amigos y las personas con las que interactúo en redes sociales conocen esta decisión hace meses. Sin embargo, la decisión ha suscitado controversia con algunos amigos, especialmente con los que apoyan a Petro. Por fortuna no tengo amigos apoyando a Duque.


La pregunta de algunos de mis amigos es ¿Por qué no vota por Petro? La respuesta es simple: ni su historial político reciente, ni sus propuestas, ni su actitud frente a la palabra empeñada, me permiten depositarle mi voto de confianza. En el 2010 tuve la oportunidad de hacer campaña con Petro, por aquellos tiempos donde pocos líderes de las tendencias dentro del Polo lo apoyaron, asunto que el mismo reconoció. Más se demoró en terminar su discurso en contra de Santos, cuando ya estaba pactando con él. 

Desde que soy ciudadano en ejercicio, he votado en cuatro ocasiones. En tres de ellas he sido voluntario: Petro 2010, Clara López 2014 y con Fajardo en 2018. En cada una de estas oportunidades he participado por convicción. En cada una de ellas, mi candidato no logro ganar. Sin embargo, no renuncié al derecho a seguir luchando por las transformaciones democráticas que Colombia necesita.

Trabajé arduamente en la conformación de la Coalición Colombia en el Valle y especialmente en Buga. Durante meses desplegamos una intensa labor de difusión de las ideas de Fajardo Presidente. Gracias al apoyo del equipo de voluntarios logramos ser una fuerza representativa en el Valle del Cauca. En Buga nos convertimos en la fuerza más importante, con 17.898 votos, superando al resto de las campañas.

Ante el éxito de la campaña, no me puedo adjudicar la facultad de los ciudadanos para elegir. Ellos conocieron las ideas de Fajardo y decidieron a consciencia. Mi mérito, como el de miles de voluntarios, está en haber difundido con persistencia la idea de que es posible empezar a transformar democráticamente a Colombia. 

A los voluntarios de la fuerza de la esperanza y a los miles de ciudadanos que nos apoyan, un saludo de gratitud. Como ciudadanos decidirán a consciencia lo que consideren más importante para el país. Por mi parte, no votaré por el malo, ni por el menos malo. No votaré por equivocación, ni por resignación. Votaré por convicción y a consciencia: votaré en blanco. 




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